22 junio, 2007

Intento de Esperanza

Amigo, compañero,

los dos sabemos

que de sueños no se vive,

que no queremos vida sin sueños.

Tu sueño se hizo amor,

y mi amor, permaneció sueño.


¿Recuerdas…

Aquella noche,

en la que que ella bailó contigo

y aquella bailó conmigo?

Sólo nuestra comprensión,

nuestras miradas y abrazos

nos hicieron sobrevivir aquella noche.

¿Recuerdas…

porque somos amigos y compañeros?


¿Recuerdas…

aquella tarde en aquella abandonada estación?

¿Aquella noche cubana,

secuestrada por la luna y los mojitos?

Desafortunados fuimos,

afortunados de algún modo somos.


Nunca fuimos triunfadores,

pero tal vez fuimos luchadores.

Siempre pasamos desapercibidos,

al igual que nuestros amores secretos.


Cuentos inacabados, poetas muertos,

romances que dan vida y la quitan,

lunas que brillan y versos que no riman,

miradas que se esconden y se comprenden,

estaciones cerradas y tardes de lluvia.

Dime, amigo, compañero,

¿que sentido tiene todo sin ellas?


La poesía es nuestro refugio,

así como los domingos

lo es de los lunáticos.


Si te acompaña en el camino,

como si no lo hace.

Si está conmigo,

como si se desvanece,

Tanto si existe el vaso,

como si es mera ilusión,

nosotros seguiremos,

juntos, pero no revueltos,

el camino luchando,

y tal vez, triunfando.

22 mayo, 2007

Insomnio

Aquí llega el corto entero de "Insomnio" !



27 abril, 2007

Trailer de Insomnio

Mis primeros pinitos como pseudo-actor:



Extraído de:
http://nandocortos.blogspot.com/

17 abril, 2007

Amores clandestinos

Edu, amigo, compañero, que no cejamos en el empeño de perdernos entre sueños ilimitados, entre quimeras inalcanzables y, sin embargo, lo absoluto no es para nosotros...

Amigo, compañero,
seguirán esos dos sueños
volando, inertes,
por el universo infinito
teñidos de tricolor,
rojo, amarillo y morado,

Qué noche la de ayer,
la de ese 14 de abril
de amores clandestinos,
subterráneos, lunáticos,
de palabras aladas
que evocan la Granada
de un Lorca eterno,
que aluden estaciones
olvidadas, abandonadas,
versos rojos que
vuelan hacia lo alto,
entre remolinos,
como vientos del pueblo.

Amigo, compañero,
que el lunático del club
no es un triunfador
sino un luchador,
apocalíptico, incansable,
que esos dos sueños,
cándidos, inmaculados,
no son para tí,
no son para mí.

Anoche no estaban, no,
y estaban aquí, aquí,
como la Luna llena
siempre bien redonda,
aunque no la veamos.

Dos sueños,
cándidos, inmaculados,
por ellos, a través de ellos
todo cobra sentido,
y la nada no es nada,
todo ya es poco
y mucho no es nada.

09 abril, 2007

Manifiesto contra los paraguas...

Sinceramente, nunca comprendí el miedo de la gente a mojarse. Nos enseñan de pequeños que el agua es la fuente de la vida, es decir, que un 80% de nuestro organismo está formado por agua, que la vida surgió gracias al agua y que, además, hemos de ducharnos cada día (así podremos ir bien limpitos a la escuela, oleremos bien, no tendremos piojos y no nos secuestrará esa versión antigua del pederasta, el hombre del saco). Me viene ahora a la memoria, que de bien pequeñito, debido a la influencia religiosa que tenía entonces, yo solía decir que llovía porque Dios estaba triste, y que las gotas de agua que caían eran sus lágrimas.

Siempre me fascinó la lluvia. Me pasaba horas frente a cualquier ventana viendo llover. El sonido de la lluvia es un tentativo canto de sirenas. ¿Hay en el mundo alguna música que sea tan relajante o que nos permita abandonar por un instante el loco, frío y estresante mundo moderno para redescubrir nuestra naturaleza, nuestra humanidad y sentimientos?

Al menos para mi es así. Haciendo memoria descubro que mis mejores textos, mis más bellas cartas y mis más sentidos poemas los he escrito mientras veía o escuchaba llover. Estos días de lluvia me están haciendo reflexionar bastante sobre todo esto. Recordé lo libre que se siente uno cuando se ha olvidado de coger un paraguas, y con toda la tranquilidad del mundo, camina sosegadamente por su ciudad mientras cae un pequeño diluvio y termina empapado de la cabeza a los pies. Quiero huir de convencionalismos, quiero ser un loco. Sí, un loco que boicotee los paraguas, un loco que se moje.

Por ejemplo, la otra noche volvía a casa bastante tarde. Había estado lloviendo todo el día, pero en ese instante no lo hacía. Después de dejar el coche en el párquing me dirigía a mi casa, pisando la calle mojada, con el paraguas cerrado en la mano. Levanté la vista y me fijé en el parque, en la plaza, que hay delante de mi casa. Estaba vacía. Esa plaza que durante el día está arrebatada de gente y de niños jugando, por la noche, se quedaba sola e iluminada por las farolas. La fuente seguía brillando y bombeando agua, había bastantes charcos y la tierra estaba algo embarrizada y los columpios estaban, obvia y tétricamente, inmóviles.

Cuando me quise dar cuenta ya estaba en medio de la plaza. Miré hacia arriba. A pesar de que el cielo estaba bastante nublado, en ocasiones se dejaba ver la luna, que estaba casi llena. Miré hacia abajo. Tenía en frente un charco que reflejaba la luz de una de las farolas. Miré a mi paraguas, y me di cuenta, en aquel preciso instante, en medio de aquella plaza mojada y solitaria, sufriendo el aire frío y cortante, de que soy un hombre perdido.

06 marzo, 2007

Dos sueños cándidos, inmaculados...

Fruto de esas maravillosas conversaciones Vinyeta con Edu, él sabe qué astros ocupan nuestros pensamientos, nuestros sentimientos... Y los convierte en palabras...

Amigo, compañero,
si una te amara a ti,
y la otra a mí,
si esos dos sueños,
cándidos, inmaculados,
nos tocaran al fin,
¿cuántas letras rodarían
por sus blancuras
de uno a otro confín?

Mira sus labios
de dulces fresas,
sus ojos negros
hechos de luz,
sus tersas manos
de gestos sin fin,
y sus historias,
¡oh sus historias!
por cada una de ellas,
por sus elocuencias,
acentos y ademanes,
lo mejor darías de ti,
lo mejor yo de mí.

¿Qué sería de nosotros?
Si no las sintiéramos,
si no las viéramos,
si no las rozáramos,
si no fuera posible
besarlas sin besarlas,
amarlas sin amarlas,
tomarían asiento
el pensar y la imaginación,
morirían de inanición,
de infinito lamento,
sin ningún alimento.

Amigo, compañero,
y qué decir del mundo:
que da miedo sin ellas,
que siendo lo que son,
nuestra más pura,
viva y fugaz esperanza,
es a través de las dos,
de la una, de la otra,
que todo cobra sentido,
que la nada no es nada,
que todo ya es poco,
y mucho no es nada.

http://ediporey.blogspot.com/2007/03/dos-sueos-cndidos-inmaculados.html



26 diciembre, 2006

Felices Fiestas Ateas...

Las tardes de lluvia se perdieron,

te marchaste

y ya no estás.

sólo me dejaste

tal y como me encontraste

en la calle Melancolía,

esquina con la avenida Filosofía.


Entre turrones, comidas familiares,

paneras navideñas y frío de cojones,

te escribo, de nuevo, una poesía,

o un intento de ella,

sin pasión, sin esperanza y sin lujuria,

te recuerdo amada antigua.


Te marchaste

tal y como llegaste,

fugaz y sin previo aviso;

y sólo dejaste en el ambiente,

tu huella para mi tristeza.

Más nunca fui buen poeta,

aquí tienes, si también me recuerdas,

mi dulce armonía.

26 noviembre, 2006

Reconstruyendo a ... Politzer


Vivimos tiempos difíciles para los que analizamos el mundo desde una concepción racional y crítica. El neoliberalismo, con las clases sociales que lo defienden y los poderes fácticos que lo sustentan, ha sabido impregnar su ideología hasta el último rincón de este mundo, hasta el punto de prácticamente hacer desaparecer a su peor enemigo: el marxismo, y su método filosófico de análisis de la realidad, el materialismo dialéctico. A pesar de ello, sí que es cierto que aunque no nos demos cuenta el marxismo ha influenciado en nuestra cultura actual, como por ejemplo, en la forma en la que se estudia la historia (hoy los estudiantes no han de aprenderse de memoria la lista de los Reyes Godos, sino entender los procesos y cambios históricos).
Se ha sustituido en la sociedad de consumo en la que vivimos, el rico debate entre los ciudadanos, la participación social de los mismos, unos intelectuales comprometidos, por el análisis sensacionalista de la historia y el periodismo, un mundo de la cultura ignorante, unos medios de comunicación que vomitan todos exactamente la misma ideología y las mismas barbaridades, una educación cada vez más elitista y menos crítica y unas editoriales que venden como churros los libros del infame Pío Moa. Hemos de reclamar el debate y la participación ciudadana, no en el plano del pluralismo tolerante postmoderno, sino en el plano de la lucha ideológica a muerte contra el pensamiento único, contra el no-pensar acrítico.
En este proceso, aprovechando la caída del socialismo en los países de la Europa del Este, los medios oficiales han vertido sobre los comunistas todo su armamento ideológico pesado, sus armas de destrucción del pensamiento. Los comunistas, que habíamos luchado contra todas las injusticias, con todo el sacrificio que ha supuesto el padecer torturas, muerte, sangre y lágrimas, que habíamos vencido al nazismo, que habíamos eliminado para millones de personas el hambre y la miseria, devolviéndoles la dignidad, ahora hemos pasado a ser los asesinos, los dictadores, seres igual de sanguinarios que los nazis, los constructores de gulags, los que eliminaban la libertad individual, los Estados totalitarios que controlaban a sus ciudadanos, etc... Se nos ha vuelto a demonizar (1), y han eliminado a Marx y a prácticamente todos los autores marxistas en el Bachillerato y en la Universidad. Y en las pocas ocasiones en las que se enseña el marxismo se hace de una forma relativista, reduciendo a Marx a visiones economicistas o sociologistas.
¿A que es debido tamaño crimen académico e intelectual? Sin entrar a debatir sobre los posibles errores que se pudieron cometer en los países del llamado “socialismo real” (2), considero que el marxismo, el leninismo, el materialismo dialéctico y el materialismo histórico siguen siendo herramientas esenciales para un pensamiento emancipatorio y revolucionario, un pensamiento, un método de análisis de la realidad que no permite la escisión entre teoría y práctica. Un pensamiento, y por lo tanto un método de análisis teórico y una práctica activa coherente, que ayude a construir ese otro mundo posible y necesario, que ayude a la lucha en todos los niveles contra la explotación, las injusticias y desigualdades, y por una nueva sociedad digna, igualitaria y justa, que ya en América Latina llaman “el socialismo del siglo XXI”. Por ello han satanizado o eliminado de los libros de texto al marxismo, sus autores y sus experiencias. Por ello es necesario, hoy, desde la actualidad, desde las dificultades que tenemos para organizar la izquierda en Europa, reencontrarnos con el marxismo. Rescatar el marxismo del baúl en el cuál estaba encerrado, reconstruir un movimiento que pueda hacerle frente a las injusticias que el capitalismo nos tiene acostumbrados.
Uno de los pensadores que nos conviene rescatar es el filósofo húngaro Georges Politzer (1903-1942).
Tras abandonar su país en 1919 tras el fracaso de una insurrección comunista, y de pasar por Viena (allí tendrá la ocasión de conocer a Freud y estudiar la teoría psicoanalítica), acaba instalándose definitivamente en Francia en 1921. Allí estudia Filosofía en la Universidad, y rápidamente empezará a ejercer de profesor en varios centros.
Participa activamente en la vida intelectual y militante. Publica la Crítica de los fundamentos de la psicología, influenciando con ello a muchos psicoanalistas, entre ellos a Lacan.
A principios de los años 30 colabora en la creación de la Universidad Obrera de París (centro creado con la participación del Partido Comunista Francés en el cual se daba la posibilidad de estudiar a miles de trabajadores), en la cuál impartirá como profesor cursos de filosofía marxista, de materialismo dialéctico.
Actualmente podemos disfrutar de esos cursos que impartió Georges Politzer con la recopilación de apuntes que hicieron algunos de sus alumnos, bajo el título de Principios elementales y fundamentales de filosofía, publicados en nuestro país por la editorial Akal.
Dicho libro, el cuál aconsejo a todo el mundo que lo lea, sorprenderá por su brevedad y por la forma tan clara, concisa y didáctica de expresarse. Sin caer en métodos escolásticos, el libro nos enseña de forma sencilla (pero profunda) en que se basa la filosofía marxista. Nos sintetiza en que se basa la filosofía, y cuales son los principales problemas filosóficos que el ser humano lleva siglos intentando resolver.
Explica las diferencias entre dos concepciones distintas de comprender el mundo: el idealismo y el materialismo. Los idealistas (como por ejemplo, el Obispo Berkeley) afirman que son las Ideas (espíritu, alma, Dios...) las que crean el mundo, la materia, y que por tanto, no existe el mundo fuera de nuestro pensamiento. En cambio, los materialistas afirmamos que es la materia, la realidad física, la que crea las ideas, el pensamiento (los humanos pensamos porque tenemos cerebro, por ejemplo). Politzer defiende que es el materialismo el que tiene la razón, ya que se basa en razonamientos científicos y no en religiosos.
También nos advierte de que no existe una “tercera filosofía”, ya que el agnosticismo le hace el juego al idealismo, ya que como decía Lenin “Rascad al agnóstico y tendréis al idealista”. Curiosamente Engels decía que un agnóstico es un “materialista vergonzante” por su ambigüedad.
Seguidamente el libro analiza más detalladamente el materialismo filosófico, el concepto de materia, la actitud que deben tomar los materialistas y repasa la historia del materialismo. Recalca la importancia de la unión de la teoría y la práctica porque “para ser un verdadero partidario del materialismo consecuente; hay que serlo: en el dominio del pensamiento y en el dominio de la acción”. Idea que nos recuerda a la clásica frase de Marx, “hasta ahora los filósofos se han encargado de interpretar al mundo, llegó la hora de cambiarlo”. Acierta en la “crítica” al materialismo premarxista, por ser excesivamente mecanicista.
Politzer nos enseña que estamos demasiado acostumbrados a analizar el mundo desde una perspectiva metafísica, es decir, analizar los sucesos sin tener en cuenta los cambios, aislando las cosas unas de otras negando que todo está relacionado, creando divisiones eternas e infranqueables (o sea, clasificándolo todo) y oponiendo los contrarios (rechazando categóricamente la contradicción). El análisis y la actitud marxista son totalmente diferentes. Por ello, buena parte del libro está dedicado al estudio de la dialéctica y sus leyes: El cambio, la acción recíproca, la contradicción y la transformación de cantidad en calidad.
Cabe destacar el estudio que se realiza sobre el materialismo histórico, la forma marxista de interpretar la historia y sus procesos; explicando que significa aquello de que “el ser social determina la conciencia social”, la importancia de las condiciones de existencia, la lucha de clases como motor de la historia, de dónde proceden las clases sociales y las condiciones económicas, las divisiones del trabajo, los modos de producción, etc...
Finalmente destaco su capítulo dedicado a la aplicación del método dialéctico a las ideologías, haciendo prevalecer la importancia de la lucha ideológica, aconsejando estudiar el marxismo para “guiar la contraofensiva para la destrucción de la ideología burguesa en la conciencia de los trabajadores”.
Como he dicho, un libro lleno de ejemplos y explicaciones sencillas, e imprescindible. Como dice el autor, se cree generalmente, por interés de la burguesía, que el estudio de la filosofía es una cosa llena de dificultades, pero gracias a personas como Politzer descubrimos la enorme importancia del estudio de la filosofía y de lo bello e interesante que puede ser hacerlo. Un libro pensado para personas que creemos que la filosofía es algo más que charlatanes como Fernando Savater.
Georges Politzer por ser miembro de la dirección del Partido Comunista Francés fue arrestado, torturado y fusilado en 1942 por las tropas nazis. Hoy, con este artículo, intento reconstruir su memoria, su lucha, su ideario: nuestra memoria, nuestra lucha y nuestro ideario.




(1) ¿No os recuerda al “fantasma que recorre Europa” al inicio del Manifiesto Comunista? Casi 200 años después seguimos siendo ese fantasma al que todos temen y odian...
(2) El estudio de las causas internas y externas que provocaron la caída de la URSS necesitaría de un análisis más profundo y detallado, que no es objeto de este modesto artículo. Para quién esté interesado en el tema les remito al libro de Antonio Fernández Ortiz, “Chechenia versus Rusia”, publicado por El Viejo Topo.



Bibliografía:

http://www.scb-icf.net/nodus/148Politzer.htm

“Principios elementales y fundamentales de filosofía”
Georges Politzer
Ediciones Akal
Madrid, 2004
También en Internet: http://unicornio.freens.org/profpcm-aux/Marxismo/Filosofia/GeorgesPolitzerPrincipiosElementalesFilosofia.pdf

25 octubre, 2006

Cursi...

Mi oro, mis tesoros,
Mi riqueza y mi cordura,
todo gustosamente lo daría
a cambio de tu dulce compañía.
Me deberías preguntar
fijando tu mirada en la mía
con tu rostro de ángel
"¿Que me harías,
que osarías,
si tuvierais
mi compañía?"
Y yo con una sonrisa burlona
os respondería
"Cariñosamente os abrazaría,
los ojos cerraría,
vuestro aroma saboreraría
y a vuestro fino oído
con voz baja y melancólica,
pensando en don Juan o en Zorrilla,
yo os diría:
"¡Ah! ¿No es cierto, ángel de amor,
que en esta apartada orilla
más pura la luna brilla
y se respira mejor? ""

Dicen algunos pardillos
y alguna que otra pardilla
que sólo los niños pequeños
sueñan, lloran, se ilusionan,
tienen miedo, ven dibujos
o necesitan un abrazo.
Lástima me dan las gentes,
que no sueñan contigo,
que no lloran sobre tu hombro,
que no se ilusionan por verte,
que no temen perderte
y que no desean tu abrazo.
Ellos no viven, no aman.
Son los mismos que también dicen,
que los poemas rimar deben.

Entre Marx y Dulcinea,
hay un amor secreto,
ideal, platónico.
No lo saben
ni don Quijote, ni Jenny,
ni Friedrich, ni Sancho.
Anguita y Sabina lo saben,
pero son gente discreta
y no dicen nada,
será mejor así.
Tampoco el señor Scrooge
ha descubierto de momento
que nosotros dos
nos amamos en secreto.

Un día cualquiera
podría venir alguien
y acusarme de no estar cuerdo.
Que persona sensata,
moderna, lúcida y racional
escribe hoy en día
en la era de la tecnología,
para su enamorada poesía?
Ya no hay dragones ni molinos
ni quijotes, ni caballeros
ni doncellas ni dulcineas.
Si creer en la igualdad,
si soñar con la justicia,
si enamorarme de ti,
es estar loco
entonces lo reconozco:
Soy un loco.

05 octubre, 2006

El Anciano (II)

... Una mañana, todo el pueblo se despertó conmocionado, aterrado y lleno de ira. Una terrible noticia no tardó en llegar a todos los oídos de la zona. La señora del alcalde y hombre más influyente de la comarca había sido asesinada.

Ella que siempre había sido envidiada por ser de una familia adinerada, era a pesar de ser ya mayor la mujer más elegante del pueblo. De joven, su belleza traía locos a todos los hombres, y le traía el odio de todas las chicas de su edad, por eso jamás tuvo una amiga de verdad. Antes de cumplir los 22 años, su padre, un industrial que se había hecho rico gracias a su fábrica textil, la casó con un hombre que tan sólo conocía de vista. “Es un joven emprendedor y ambicioso que llegará lejos”, le decía su padre. Ella no lo amaba. En su vida había sentido tanta repugnancia como su noche de bodas. Aquella noche en la que lloró tanto...

Con los años fue perdiendo sus ansias de libertad, había aprendido a soportar a ese cretino insensible que la trataba tan mal. Tuvo hijos, y sacrificó su felicidad para protegerlos y darles una formación humanista, opuesta a la avaricia del padre de las criaturas. Jamás se lo dijo a nadie, ni hizo muestras de ello, pero desde bien pequeñita, desde que era adolescente, cuando se casó, cuando tuvo sus hijos y hasta cuando envejeció, desde siempre había estado enamorada de un hombre del pueblo...

Cuando ella era jovencita, le gustaba cruzarse con aquel muchacho y sonreírle. Jamás se atrevió a decirle lo que sentía por él... Un día, se cruzaron, se sonrieron como de costumbre, pero algo cambió. Él la retuvo por el brazo y le dio una nota, y salió corriendo. Era tan hermosa aquella carta! Estuvo llorando de emoción durante horas! Con sus faltas de ortografía y gramática, con su torpe letra de humilde pescador, rebosaba amor, sencillez y bondad! Pero desgraciadamente sus padres encontraron aquella carta. Cómo podía atreverse aquel sinvergüenza, aquel muerto de hambre, a cortejar a su delicada y hermosa hija! Su padre, por venganza, eliminando de la carta el nombre de su hija, la distribuyó por todas las tabernas del pueblo, y así todos los ciudadanos leyeron aquellos pobres y cursis versos. Y así empezó la mofa contra el pobre pescador... Desde aquel día, ella ya no pudo mirarle a los ojos nunca más, por miedo al reproche, al odio del único hombre al que quería.

Y ahora había sido asesinada... El pueblo estaba indignado ante aquel crimen y exigía justicia. Una de las secretarías del alcalde juró haber visto al pescador la noche anterior en las cercanías de la casa de la víctima. El alcalde, marido de la víctima, no lo dudó y expuso este testigo ante la masa sedienta de sangre. Y el resultado os lo podéis imaginar. Aquella noche fue torturado en la cárcel por los hijos de la víctima, el alcalde y los secuaces más violentos de éste. En toda la noche no abrió la boca, no dijo nada. Tal era la pena que le produjo el enterarse de aquel crimen, que su vida ya no valía nada...

A la mañana siguiente fue colgado en la plaza pública, tras la alegría y las risas de los espectadores. Su cuerpo fue llevado a una fosa común, lejos de dónde yacía eternamente ella. Su casa y su barca fueron incineradas...

Hoy ya nadie recuerda aquellos versos, aquella carta. Nadie se preocupó por encontrar al verdadero culpable, ni por restituir la memoria del ejecutado injustamente. En el pueblo no hay calles con el nombre de ninguno de los dos. Nadie recuerda ya esta historia, salvo tú y yo...