09 diciembre, 2007

El blog ha muerto...

Seamos claros, esto tenía que pasar tarde o temprano. Nada dura eternamente. Cerremos, con el buen recuerdo de los sentimientos que genera el recuerdo, esta etapa y este blog.
Y a la vez, abramos una nueva etapa, una nueva puerta en la vida. Decía la canción "si me quieres escribir, ya sabes mi paradero". Si me quereis escribir, mi nuevo paradero será: http://primervago.blogspot.com/
Muchas gracias a las personas que me habeis leido durante este tiempo.
Un abrazo,
Ivan

13 septiembre, 2007

Tarde en Castellarnau...

Cómo los hombres desdichados por encontrarse
con la mirada de la Gorgona Medusa,
él estaba petrificado sin poder escaparse
de él, del lugar y de su terrible duda
(y ante ella, la más tetuda)
(si burlesco chiste no os agrada,
ojalá alguien os pegue una patada)
(y sin haberlo deseado,
me ha salido un pareado)

Rodeado de dejadez, plantas y caracoles
intenta encontrarse, una vez más, en el infinito.
Allí lo encontrareis, bajo el mar de nubes
y los peces de plumas, allí, sin más, quieto.

Miedo le da darse la vuelta,
perderse y caminar,
oir coches que dan la lata,
no poder más y sollozar.

Apenas divisa las montañas y saber quiere
que hay tras ellas, pobre, que empanada.
Su triste y derrotada mirada se vuelve
Y encuentra campo y explanada.

Y más cerca todavía,
dónde de un salto llegaría,
ve las dos vías, cuatro raíles
que ven pasar a veces trenes,
breves, como el amor de una mujer,
necesitados, como el ahogar y beber.

Contento por haber llegado,
se marcha a la hora con el tren,
y si este poema os ha gustado,
mentirosos sois y que os den.

27 agosto, 2007

De nuevo...

… La Habana – Cienfuegos – Santa Clara – Trinidad – Sancti Spiritus – Camagüey – Santiago de Cuba – La Habana …

Con frecuencia me pierdo por las calles coloniales y me canso de subir montañas.
En ocasiones torrentes de agua caen sobre mí, y cuando levanto la vista, casi te veo, mientras miro un firmamento cargado de estrellas.
A menudo me empapo de sudor (asuntos del bochorno), te busco en una multitud de libros viejos y casi te encuentro cada vez que tomo un autobús.
De vez en cuando visito museos de historia que emanan lucha; y me acerco con respeto a mausoleos que me provocan respeto y admiración.
A veces me encuentro con viejos amigos, otras veces pierdo la oportunidad de cruzarme con bellas personas, pero, a pesar de todo, a veces gano jugando al ajedrez.
Y cada noche, al bajar mis cansados y tristes párpados, me pierdo, me atrapas, en tus ojos, claros, que emanan fuerza, calor, dulzura; en tu sonrisa que fluye como el agua de una fuente ante el moribundo del desierto, tan llena de vida; y en tu corazón, que es tuyo, ejemplo de bondad, firmeza y humanidad. Tan lejana y tan presente que miedo me da dormir otra noche, que miedo me da desear no despertar y dejar de soñarte.

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Una noche de escasa Luna bebo, y me doy cuenta de lo pequeña y fría que es mi cama, y lo sólo que estoy en ella.

Cañonazos de recuerdos, bellos atardeceres
y una fortaleza.
Mientras la Luna se esconde tras la maleza,
unos músicos cantan viejas y olvidadas canciones
y en un aeropuerto se eterniza la espera.

Siendo ateo
rezo a la diosa Fortuna
para que un reo
no pase hambruna
porque deseo
que posea ternura
de una, creo,
mujer, una.

22 junio, 2007

Intento de Esperanza

Amigo, compañero,

los dos sabemos

que de sueños no se vive,

que no queremos vida sin sueños.

Tu sueño se hizo amor,

y mi amor, permaneció sueño.


¿Recuerdas…

Aquella noche,

en la que que ella bailó contigo

y aquella bailó conmigo?

Sólo nuestra comprensión,

nuestras miradas y abrazos

nos hicieron sobrevivir aquella noche.

¿Recuerdas…

porque somos amigos y compañeros?


¿Recuerdas…

aquella tarde en aquella abandonada estación?

¿Aquella noche cubana,

secuestrada por la luna y los mojitos?

Desafortunados fuimos,

afortunados de algún modo somos.


Nunca fuimos triunfadores,

pero tal vez fuimos luchadores.

Siempre pasamos desapercibidos,

al igual que nuestros amores secretos.


Cuentos inacabados, poetas muertos,

romances que dan vida y la quitan,

lunas que brillan y versos que no riman,

miradas que se esconden y se comprenden,

estaciones cerradas y tardes de lluvia.

Dime, amigo, compañero,

¿que sentido tiene todo sin ellas?


La poesía es nuestro refugio,

así como los domingos

lo es de los lunáticos.


Si te acompaña en el camino,

como si no lo hace.

Si está conmigo,

como si se desvanece,

Tanto si existe el vaso,

como si es mera ilusión,

nosotros seguiremos,

juntos, pero no revueltos,

el camino luchando,

y tal vez, triunfando.

22 mayo, 2007

Insomnio

Aquí llega el corto entero de "Insomnio" !



27 abril, 2007

Trailer de Insomnio

Mis primeros pinitos como pseudo-actor:



Extraído de:
http://nandocortos.blogspot.com/

17 abril, 2007

Amores clandestinos

Edu, amigo, compañero, que no cejamos en el empeño de perdernos entre sueños ilimitados, entre quimeras inalcanzables y, sin embargo, lo absoluto no es para nosotros...

Amigo, compañero,
seguirán esos dos sueños
volando, inertes,
por el universo infinito
teñidos de tricolor,
rojo, amarillo y morado,

Qué noche la de ayer,
la de ese 14 de abril
de amores clandestinos,
subterráneos, lunáticos,
de palabras aladas
que evocan la Granada
de un Lorca eterno,
que aluden estaciones
olvidadas, abandonadas,
versos rojos que
vuelan hacia lo alto,
entre remolinos,
como vientos del pueblo.

Amigo, compañero,
que el lunático del club
no es un triunfador
sino un luchador,
apocalíptico, incansable,
que esos dos sueños,
cándidos, inmaculados,
no son para tí,
no son para mí.

Anoche no estaban, no,
y estaban aquí, aquí,
como la Luna llena
siempre bien redonda,
aunque no la veamos.

Dos sueños,
cándidos, inmaculados,
por ellos, a través de ellos
todo cobra sentido,
y la nada no es nada,
todo ya es poco
y mucho no es nada.

09 abril, 2007

Manifiesto contra los paraguas...

Sinceramente, nunca comprendí el miedo de la gente a mojarse. Nos enseñan de pequeños que el agua es la fuente de la vida, es decir, que un 80% de nuestro organismo está formado por agua, que la vida surgió gracias al agua y que, además, hemos de ducharnos cada día (así podremos ir bien limpitos a la escuela, oleremos bien, no tendremos piojos y no nos secuestrará esa versión antigua del pederasta, el hombre del saco). Me viene ahora a la memoria, que de bien pequeñito, debido a la influencia religiosa que tenía entonces, yo solía decir que llovía porque Dios estaba triste, y que las gotas de agua que caían eran sus lágrimas.

Siempre me fascinó la lluvia. Me pasaba horas frente a cualquier ventana viendo llover. El sonido de la lluvia es un tentativo canto de sirenas. ¿Hay en el mundo alguna música que sea tan relajante o que nos permita abandonar por un instante el loco, frío y estresante mundo moderno para redescubrir nuestra naturaleza, nuestra humanidad y sentimientos?

Al menos para mi es así. Haciendo memoria descubro que mis mejores textos, mis más bellas cartas y mis más sentidos poemas los he escrito mientras veía o escuchaba llover. Estos días de lluvia me están haciendo reflexionar bastante sobre todo esto. Recordé lo libre que se siente uno cuando se ha olvidado de coger un paraguas, y con toda la tranquilidad del mundo, camina sosegadamente por su ciudad mientras cae un pequeño diluvio y termina empapado de la cabeza a los pies. Quiero huir de convencionalismos, quiero ser un loco. Sí, un loco que boicotee los paraguas, un loco que se moje.

Por ejemplo, la otra noche volvía a casa bastante tarde. Había estado lloviendo todo el día, pero en ese instante no lo hacía. Después de dejar el coche en el párquing me dirigía a mi casa, pisando la calle mojada, con el paraguas cerrado en la mano. Levanté la vista y me fijé en el parque, en la plaza, que hay delante de mi casa. Estaba vacía. Esa plaza que durante el día está arrebatada de gente y de niños jugando, por la noche, se quedaba sola e iluminada por las farolas. La fuente seguía brillando y bombeando agua, había bastantes charcos y la tierra estaba algo embarrizada y los columpios estaban, obvia y tétricamente, inmóviles.

Cuando me quise dar cuenta ya estaba en medio de la plaza. Miré hacia arriba. A pesar de que el cielo estaba bastante nublado, en ocasiones se dejaba ver la luna, que estaba casi llena. Miré hacia abajo. Tenía en frente un charco que reflejaba la luz de una de las farolas. Miré a mi paraguas, y me di cuenta, en aquel preciso instante, en medio de aquella plaza mojada y solitaria, sufriendo el aire frío y cortante, de que soy un hombre perdido.

06 marzo, 2007

Dos sueños cándidos, inmaculados...

Fruto de esas maravillosas conversaciones Vinyeta con Edu, él sabe qué astros ocupan nuestros pensamientos, nuestros sentimientos... Y los convierte en palabras...

Amigo, compañero,
si una te amara a ti,
y la otra a mí,
si esos dos sueños,
cándidos, inmaculados,
nos tocaran al fin,
¿cuántas letras rodarían
por sus blancuras
de uno a otro confín?

Mira sus labios
de dulces fresas,
sus ojos negros
hechos de luz,
sus tersas manos
de gestos sin fin,
y sus historias,
¡oh sus historias!
por cada una de ellas,
por sus elocuencias,
acentos y ademanes,
lo mejor darías de ti,
lo mejor yo de mí.

¿Qué sería de nosotros?
Si no las sintiéramos,
si no las viéramos,
si no las rozáramos,
si no fuera posible
besarlas sin besarlas,
amarlas sin amarlas,
tomarían asiento
el pensar y la imaginación,
morirían de inanición,
de infinito lamento,
sin ningún alimento.

Amigo, compañero,
y qué decir del mundo:
que da miedo sin ellas,
que siendo lo que son,
nuestra más pura,
viva y fugaz esperanza,
es a través de las dos,
de la una, de la otra,
que todo cobra sentido,
que la nada no es nada,
que todo ya es poco,
y mucho no es nada.

http://ediporey.blogspot.com/2007/03/dos-sueos-cndidos-inmaculados.html



26 diciembre, 2006

Felices Fiestas Ateas...

Las tardes de lluvia se perdieron,

te marchaste

y ya no estás.

sólo me dejaste

tal y como me encontraste

en la calle Melancolía,

esquina con la avenida Filosofía.


Entre turrones, comidas familiares,

paneras navideñas y frío de cojones,

te escribo, de nuevo, una poesía,

o un intento de ella,

sin pasión, sin esperanza y sin lujuria,

te recuerdo amada antigua.


Te marchaste

tal y como llegaste,

fugaz y sin previo aviso;

y sólo dejaste en el ambiente,

tu huella para mi tristeza.

Más nunca fui buen poeta,

aquí tienes, si también me recuerdas,

mi dulce armonía.