26 octubre, 2005

Good Luck!

Lo sé, es contrarrevolucionario y no debería hacerlo, sobretodo por el dinero que pierdo tontamente. ¿Pero que queréis que os diga? Nadie es perfecto. Sé que os va a costar mucho asimilar de que yo no soy perfecto, pero debéis hacerlo. Sé que mis problemas de falta de empleo no se solucionan haciendo esto. Desde hace un mes hago cada semana la quiniela, conjuntamente con mi hermano. ¿Motivo? Probar suerte por si nos volvemos millonarios. ¿Posibilidades de ello? Tenemos más moral que el Alcoyano, porque no ganamos ni para chicles. Mis conocimientos actualmente del balompié son tantos como sobre el genoma del macarrón salvaje. Pero bueno, no tengo trabajo, ni pareja, y me aburro mucho. Aunque por lo que veis no me aburro tanto como para actualizar mi blog más a menudo.

Cambiando un poco de tema, es un alivio de que el huracán Wilma haya abandonado por fin Cuba. Empieza a ser preocupante y sospechoso de que últimamente hayan tantos huracanes y tormentas tropicales por el Caribe.
Los liberal-fascistas tienen sentido del humor?? Yo creo que no, al menos a mi no me hace ninguna gracia. En fin, a cada cerdo le llega su San Martín.

En fin, estos días estoy algo espeso. A ver si me aclaro las ideas y un día de estos escribo algo un poco más consistente.

19 octubre, 2005

Memorias de España...

Este fin de semana pasado he hecho un breve viaje por tierras castellanas. 4 autocares llenos de camaradas y compañeros del movimiento catalán de solidaridad con Cuba y Venezuela salieron el viernes por la noche de Barcelona y Sabadell rumbo a Salamanca, ciudad que acogió la Cumbre Iberoamericana de jefes de estado y gobierno.
Tardemos unas 12 horas de viaje para llegar a Salamanca. Fue una paliza de viaje. Pero valió la pena, creo yo.
El Ayuntamiento de Salamanca, gobernado por el infumable y fascistoide Partido Popular, nos denegó que pudiéramos utilizar pabellones deportivos municipales para poder dormir en el suelo los que veníamos de fuera y para poder realizar el acto político con las delegaciones de los gobiernos cubano y venezolano. Pudimos alojarnos y dormir en un albergue, que no estaba nada mal.
Yo no fui a las otras manifestaciones que hubieron ese día por motivos que no vienen al caso. La manifestación antiimperialista y de apoyo a las revoluciones de Cuba y Venezuela fueron un éxito. Aproximadamente 15.000 personas (españoles y portugueses sobretodo) recorrimos las calles de Salamanca. Al finalizar la manifestación, hicimos el acto político en el parking del polideportivo donde queriamos hacer el acto al principio (y que el ayuntamiento denegó). Por falta de seguridad en un espacio abierto no pudieron venir ni Hugo Chávez ni Felipe Pérez Roque, fue una lástima.
Después nos hinchemos a comer carne en un asador... La gastronomía también forma parte de la cultura, no?
Luego, al día siguiente, el gran desastre. Al volver, justo a tan solo 73 kilómetros de Salamanca se nos estropeó el autocar. Eran aproximadamente las 10 de la mañana. Estábamos parados en un pueblucho, una gasolinera, un bar y cuatro casas. A la pregunta en el bar de “¿en qué pueblo estamos?”, la respuesta fue “Estamos en España”. Después de un jaleo con la empresa del autocar, nos vino a recoger otro autocar y nos acercó hasta la ciudad de Ávila. Comimos allí, y paseemos un poco por su monumental fascista, sobretodo por su Casco Antiguo amurallado. A las 19:30h. nos recogió otro autocar hasta Barcelona, que lleguemos a las 6 de la mañana del lunes más o menos.
Y como no, todos estos días, mejor dicho, estas noches, nos acompañó una bella Luna Llena.

10 octubre, 2005

Un fantasma...

La semana pasada, un día cualquiera, se dirigía este joven en paro que os escribe a la panadería de la esquina a comprar el pan. Que por cierto, jamás entenderé porque el 90% de las panaderías de este país están en una esquina, pero eso ya es otro tema. La panadería a la que suelo ir da la casualidad que está dentro de un establecimiento de Caprabo (ningún rabo, en castellano). Pues este día, justo en la entrada del establecimiento había una persona: un hombre joven, muy bien vestido y con cara de querer venderme algo. Cuando me acercaba a la entrada del citado comercio, ya me imaginaba que este hombre me quería vender algo, pero no podía saber el que. Así que llego al lugar y el tipo me suelta “¿está pensando en comprarse un piso?” Evidentemente le digo que “no”, sigo caminando hacia la panadería y ya está. Este hecho a priori insignificante, me provoca varias reflexiones.

¿Los jóvenes pensamos en comprarnos un piso? Sí. ¿Podemos? No!
No sé si me vio la cara de tener dinero o algo. Al fin y al cabo la culpa no es suya, ese es su trabajo. Porque esa es otra. Además del precio desorbitado y exagerado de la vivienda, tampoco hay trabajo. Todas las empresas se van fuera del país, y el único trabajo que hay para los jóvenes es hacer de comercial. Trabajo que un servidor prefiere no hacer, debido a mi idiosincrasia.

Por ejemplo, mírenme a mi, que no encuentro trabajo minimamente estable. Este lunes estaré trabajando haciendo un inventario en el Decathlon de Terrassa, de las 22h. hasta las 6h. (turno de noche), en otra puñetera ETT.

El viernes pasado estuve en una concentración en mi localidad contra una cena bastante cara de empresarios y políticos catalanes. Esta concentración, llamada "Sopar del Pobre", fue convocada para protestar contra el cierre de empresas, el paro, la precariedad y los accidentes laborales y por un trabajo digno para todos. Allí pude silbar a Piqué, Carod Rovira o Artur Mas, entre otros muchos. Fue curioso que el único político que se acercó a hablar con los trabajadores despedidos que se manifestaban fuese Artur Mas, político de derechas, mientras la izquierda no. ¿Dónde está la izquierda? También curioso que el cabeza de lista de ICV en mi localidad recibiese en esa cena el Premio al Empresario del Año. Para flipar. Pero más para flipar es saber el dinero que tiene esa gente, todo lo que podría hacer y lo que realmente hace. Ya lo definían muy bien unos señores hace más de un siglo y medio.

PD: Vale, lo siento, lo reconozco, hace días que no escribo. Prometería no volver a hacerlo, pero prefiero no hacerlo, no me gusta mentir.

03 octubre, 2005

Crónica de una persona perdida...

Dicen que cuando somos pequeños, todos nos hemos perdido alguna vez. En ese momento, el hecho de perdernos seguro que nos ha sido un grave problema. Pero en realidad, si alguien siendo pequeño se pierde, al poco rato lo encuentran. Cuando un niño se pierde, su familia lo busca rápidamente y lo encuentra. Porque además, que persona no va a ayudar a un niño solo que llora porque se ha perdido?
Pero cuando creces, todo esto es muy distinto. Ser una persona perdida, siendo ya adulto, es un grave problema sin solución aparente. No saber nada de tu futuro, no saber nada de cual debe ser tu camino. No saber que es lo he de hacer, así estoy yo.
Habla arriero del derecho a la felicidad. Yo estoy firmemente convencido, de que yo no tengo ese derecho, ni lo voy a tener.
Mientras veo para intentar animarme los videos ya vistos de “Historias de la Puta Mili” o de “Calico Electrónico”, después de haber conseguido que se largara el puñetero Clipo de mi Word, me vienen varias reflexiones a la cabeza. Seguro que más de una persona, al leer todo esto, me dirá que no me preocupe, que todo cambiará con el tiempo, que las cosas me irán mejor. Pero ya tengo 24 años, y los cuentos chinos y los tópicos, ya no me sirven.
La militancia política. Para que tantas horas, dedicación, esfuerzo...? Estaré perdiendo mi vida, mi juventud, ahí? Debería dejarlo?
El amor? No existe. No lo encontraré...
Encontrar trabajo para mi, imposible.
No hay futuro.
Hay días, que más valdría no levantarme... O pegarme un tiro.