22 junio, 2007

Intento de Esperanza

Amigo, compañero,

los dos sabemos

que de sueños no se vive,

que no queremos vida sin sueños.

Tu sueño se hizo amor,

y mi amor, permaneció sueño.


¿Recuerdas…

Aquella noche,

en la que que ella bailó contigo

y aquella bailó conmigo?

Sólo nuestra comprensión,

nuestras miradas y abrazos

nos hicieron sobrevivir aquella noche.

¿Recuerdas…

porque somos amigos y compañeros?


¿Recuerdas…

aquella tarde en aquella abandonada estación?

¿Aquella noche cubana,

secuestrada por la luna y los mojitos?

Desafortunados fuimos,

afortunados de algún modo somos.


Nunca fuimos triunfadores,

pero tal vez fuimos luchadores.

Siempre pasamos desapercibidos,

al igual que nuestros amores secretos.


Cuentos inacabados, poetas muertos,

romances que dan vida y la quitan,

lunas que brillan y versos que no riman,

miradas que se esconden y se comprenden,

estaciones cerradas y tardes de lluvia.

Dime, amigo, compañero,

¿que sentido tiene todo sin ellas?


La poesía es nuestro refugio,

así como los domingos

lo es de los lunáticos.


Si te acompaña en el camino,

como si no lo hace.

Si está conmigo,

como si se desvanece,

Tanto si existe el vaso,

como si es mera ilusión,

nosotros seguiremos,

juntos, pero no revueltos,

el camino luchando,

y tal vez, triunfando.