27 julio, 2006

Scrooge...


El gimnasio, el último reducto, la última frontera del Homo Sapiens Sapiens, y el primer espacio colectivo del Homo Garrulus. Gente que corre sin moverse, bicicletas que no se alejan ni un ápice, hacen de este extraño lugar, un rincón espacio-temporal dónde no funcionan las leyes de la física, ni de la lógica. Mens sana in corpore sano, decían algunos. Ilusos, les diríamos hoy a los clásicos. El lema actual vendría a ser algo así como Corpore musculator, corazón helado y mens nula. Triste época para nuestros pensamientos y sentimientos...
Para algunos es más fácil preocuparse por su atractivo físico, que por el sufrimiento de los demás, por el sufrimiento que ahora viven los palestinos o los libaneses.
Tristes guerras, tristes hombres, tristes, tristes...

Por otra parte, cambiando radicalmente de tema. ¿Os habéis fijado en que curiosa es la vida? Una simple coincidencia, una casualidad, un poco de suerte, un simple encuentro... Un día, conoces a alguien. Y algo cambia. Tu movimiento, tu dinámica, cambian. Tus pensamientos, tus prioridades, son otros. ¿Quién iba a pensar que podía ocurrir? Benditas (de forma laica) las casualidades inesperadas...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Saludos Caribeños, Zenia desde:

http://imaginados.blogia.com

Empiezas triste y terminas en alza.
¡Qué contraste¡. Una ventana desde la tristeza. Es esperanzador tu post.

Juan S. Ríos dijo...

Yo voy a un gimnasio desde hace tiempo y no considero tener "mens nula" ni "corazón helado"... por querer cuidarte no eres tonto.

¡Saludos!

Anónimo dijo...

Fui al gimnasio algo más de medio año, no por nada sino por mantener la forma fisica un poco bien, y desde que lo deje´... ejem. Nada de homos nulus, se trata de estar fisicamente bien y no ahogarse por subir unas escaleras. Saludos!