10 agosto, 2006

Los amantes...

Magritte

Los amantes

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De un amante que ama locamente a Greta Garbo, que la ama y la amará siempre porque no podrá jamás realizar su amor hacia ella, porque siempre la sentirá como falta, como ausencia.

El amor sólo puede ser vivido como ausencia

Partiendo de la tesis de Aristipo y Epicuro que nos considera cuerpo, carne, sujeto de emociones y pasiones, seres sintientes, polvo enamorado diría de forma poética, subyace subterránea, manejando cual titiritero el quehacer del humano constuido en sujeto, la dinámica del deseo. Esta es una premisa básica del materialismo filosófico que llega hasta Marx pasando por Spinoza, el Marqués de Sade y D'Holbach.

De entrada, el sujeto cree que piensa libremente, delibera y elige a su antojo, pero la realidad es otra muy distinta. ¡Todo es mucho más perverso! Tras la ilusión de la razón, del libre pensamiento, se encuentran las razones de ese algo del cuerpo que llevamos siempre con nosotros y nos es desconocido. Freud lo llamó inconsciente, Agamben se refiere a ese algo de nosotros en un sentido más amplio como nuestro Genius. ¿Quién controla sus miedos y sus fobias? Tú, -¡ Sí, tú !- que lees este texto, ¿crees que ahora estás pensando lo que se te antoja? ¿Por qué ahora piensas lo que piensas y no otra cosa? ¿Cómo se da la relación entre el pensamiento de mover tu mano y su movimiento de facto? El libre albedrío, como la inmortalidad y la existencia de Dios más allá de nuestro pensamiento, son las tres grandes mentiras de las tres religiones monoteístas del Libro. La sublimación del libre albedrío, las diferentes metafísicas de la libertad, son argucias propias de los sacerdotes que teorizan acerca del “cuerpo caído”, de aquellos que demonizan toda forma de materialismo filosófico.

En eso que hemos dado en llamar Genius se aloja el deseo, un deseo que siempre es imagen y que, por tanto, tiene su propia gramática, su propia lógica. La dificultad de expresar el deseo, el hecho que siempre habite en nuestra intimidad respecto al Otro e, incluso, respecto a nuestra conciencia misma, reside precisamente en que dicho deseo está constituido por imágenes. Media un hiato abismático entre palabra e imagen, aquella no puede aprehender a ésta, de aquí la dificultad de su expresión. Además, la imagen constituyente del deseo es transgresora y mágica a la vez, es un espectro que habita en nuestro interior y que dictamina, en función de una dicotomía entre placer y displacer, cuál es nuestra práctica cotidiana e incluso qué es aquello que pensamos, lo que adviene a nuestra conciencia, lo que aparece a nuestro yo. Resumiendo, la tesis es que la compasión, el odio, la angustia, el hambre, etc. que afloran frente a la imagen constituyente del deseo producen nuestro pensamiento.

Así, el amor en tanto que deseo, "inclinación a", "predisposición erótica a" sigue toda esta lógica. El amado moviliza a la amante, la amada moviliza al amante pero aquí, esto es lo importante y la clave que hay que entender, la amada o el amante no son los individuos concretos sino las imágenes respectivas que constituyen el deseo de uno y otro. Así los dos amantes anónimos del cuadro de Magritte sólo pueden aparecer sin rostro, cubiertos por un tupido velo, pues el deseo no está constituido por los rostros, símbolos de identidad cual nombre de los concretos, sino por la imagen constituida en los respectivos Genius de uno y otro enamorado. Sólo amamos la imagen que constituye nuestro deseo. En este sentido, el amor jamás puede consumarse, siempre es vivido como ausencia, como falta, como frustración, ello es consecuencia del carácter inconmensurable entre imagen e individuo concreto.

Hay una sentencia muy simple de Calderón de la Barca que me tiene cautivo, que desde hace muchos años me sumergió en un hechizo del que no me es posible escapar: "La vida es sueño". En ningún otro lugar como en los sueños se manifiesta de forma tan clara esa identidad, esa conexión, entre deseo e imagen. Nuestra vida, la realidad vivida, en tanto que atravesada por la dinámica y forma constitutiva del deseo, es efectivamente sueño, sólo sueño.

(Artículo de mi buen amigo Edmundo V.)


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Saludos caribeños, Zenia en

imaginados.blogia.com

Es realmente hermosa esta subjetividad espiritual que has compartido.

Y llegó triste con su rifle al hombro;
Era casi un niño... iba a morir
Le dio un beso largo con sabor a fin
A, la novia que entre rezo y llanto,
¡lo dejó partir!....
(Luis Saíz, febrero de 1957)

Anónimo dijo...

T'animes a naufragar amb mi? potser el naufragi és la millor solució quan els qui no et decepcionen es poden contar amb els dits de les mans.

Vull ser un vell mariner d'aigua corrent al teu costat.

Ricard