
A ver si puedo acabarme este número y puedo continuar con el libro que dejé a medias, que entre el Mundo Obrero, el Nou Treball y los documentos congresuales lo tengo algo aparcado. Estoy leyendo “Los primeros hombres en la Luna”, de H. G. Wells. Este libro, por casualidad, lo compré en Cuba en una librería. Siempre me ha apasionado la ciencia ficción clásica. Me gusta mucho leer la ciencia ficción de Wells, Ray Bradbury, Arthur C. Clark, Philip K. Dick, etc... Pío Moa no escribe ciencia ficción ni lo leo.
Una buena amiga me ha dejado además “Memorias de mis putas tristes”, de Gabriel García Márquez. Estoy deseando leerlo, GGM es un gran escritor. Me emociono mucho cada vez que leo “Ojos de perro azul”. Tengo un gran problema, que es que acumulo más libros de los que soy capaz de leer. No creo que sea la única persona a la que le ocurra esto, conozco a más personas así.
Ya que este escrito de hoy, va de literatura, permitirme que os exponga a continuación uno de mis poemas favoritos, en este caso, del compañero ya desaparecido, Rafael Alberti:
Un fantasma recorre Europa...
... y las viejas familias cierran las ventanas,
afianzan las puertas,
y el padre corre a oscuras a los Bancos
y el pulso se le para en la Bolsa,
y sueña por la noche con hogueras,
con ganados ardiendo,
que en vez de trigo tiene llamas,
en vez de granos, chispas,
cajas de hierro llenas de pavesas.
¿Dónde estás?
¿Dónde estás?
Nos persiguen a tiros.
¡Oh!
Los campesinos pasan pisando nuestra sangre.
¿Qué es esto?
Cerremos,
cerremos pronto las fronteras.
Vedlo avanzar de prisa en el viento del Este,
de las estepas rojas del hambre.
Que su voz no la oigan los obreros,
que su silbido no penetre en las fábricas,
que no divisen su hoz alzada los hombres de los campos.
¡Detenedle!
Porque salta los mares
recorriendo toda la geografía,
porque se esconde en las bodegas de los barcos
y habla a los fogoneros
los saca tiznados a cubierta,
y hace que el odio y la miseria se subleven
y que se levanten las tripulaciones.
¡Cerrad,
cerrad las cárceles!
Su voz se estrellará contra los muros.
¿Qué es esto?
Pero nosotros lo seguimos,
le preguntamos por las estepas rojas de la paz y del triunfo,
lo sentamos a la mesa del campesino pobre,
presentándolo al dueño de la fábrica,
haciéndolo presidir las huelgas y manifestaciones,
hablar con los soldados y los marineros
ver en las oficinas a los pequeños empleados
y alzar el puño a gritos en los Parlamentos del oro y de la sangre.
Un fantasma recorre Europa,
el mundo.
Nosotros le llamamos camarada.
Rafael Alberti